Salió a caminar por el parque
en una noche de primavera...
cálida, con una esplendorosa luna llena...
recién llegaba el de trabajar...
y se dijo… me voy a caminar para olvidar
los disgustos de una día de trabajo…
me voy a sentar allí, en ese banco...
cuando de pronto, observo a una bella dama
no había luz en la farola donde ella estaba…
y solo la luna iluminaba su bello rostro…
el la observaba desde su asiento…
de pronto el se había enamorado...
de esa bella flor… de esa bella niña…
fue cuando el se acerco y le pregunto la hora…
ella le dijo: “señor no llevo reloj pues apuro
yo no tengo… perdone señor”…
“podríamos conversar… tampoco yo llevo apuro”…
Y allí nació un idilio entre los dos…
Bajo esa bella luna llena de amor y pasión…