La luna me ofrece sus hilos de plata
y tejo una escalera para ir a buscarte,
me interno despacio en la nube más alta
para estar contigo y volver a amarte.
Contemplo tu cuerpo a la luz de un lucero
te arrullo en mis brazos sediento de amor,
tu frágil figura cual diosa venero…
mientras que me invade un profundo dolor.
Sorbiendo mis lágrimas te cubro de besos
anhelando un instante tu dulce mirada
y esos labios tuyos antes tan traviesos…
¡Hoy se encuentran yertos ya no dicen nada!
No quiero ni puedo aceptar tu partida
aunque esto forme parte de la realidad,
me postro de hinojos y te ofrendo mi vida
¡Para estar contigo hasta la eternidad!
No quiero quedarme sufriendo callado
mientras mi alma sangra por estar contigo,
Tu eres en mi ser lo que más he amado…
¡Y el vivir sin ti sería un cruel castigo!
María B Núñez
Huellas del camino
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