Podría aferrarme a tus besos, podría ver tu fotografía por toda la eternidad, sentir tu aroma en cada aspecto de mi vida o incluso recordar tu frialdad y tus mentiras, pero no sirve de nada.
Antes tenía el tiempo para perderlo en recordarte, pensando en ti como si fueses la única y lamentándome por haberte dejado ir.
Pero la vida, mi vida no se trata de ti. Mi historia no es una tragedia porque tu ya no estas. Y a la larga quedaras como un nublado recuerdo, como tantas otras.
Me lamente tanto por haberte perdido sin darme cuenta que la que perdió fuiste tu. Aun me recuerdas y me miras con amor cuando para mi no eres nada ya. Me tuviste y tuviste mi amor, podría haber hecho lo que desearas pero a ti ya no te queda nada, nada de mí.
Adiós, querida. Fue bueno mientras duro...