Manuel Palacios

Que importa.

 

 

Dame un beso mujer,

dame un beso ardiente,

que en las cosas del querer

no importa lo que diga lagente.

 

Tu vida un atardecer

que trajo la melodía,

la noche su sinfonía

que espera el amanecer.

 

A la llegada de la aurora

con el arrullo del río,

despierta dulce señora

con un suave rocío.

 

Tu boca, cálida dulzura

en este llano bravío,

tú mi dulce, criatura

recibes un beso mío.

 

 

Por: Manuel Palacios.