En noches sin norte, nombres hayo en tu ausencia,
de ellas recuerdo el labio, el verbo y el roce,
en compañía sin ti busco sin hallar tu presencia,
más imposible se me hace sin nos llegar al goce;
siento que en cada esquina descansa tu mirada,
que en cada palabra tu mudo mensaje me llega,
quisiera morir postrado sin cruel refriega,
quisiera vivir a los pies de tu alma, mi morada;
con cada aurora de cada lecho huyo,
sin duda, sin rencor mi vergüenza se retira,
con la única ansia de ser mañana tuyo;
el dolor me hace ciego y me impide aceptar,
tu silencio me engaña con imaginado murmullo,
y temo el día en que el alba me invite a no amar.