MONEDAS DE ORO
En la metamorfosis de la noche
La oscuridad se volvió luz
Y las sombras dejaron de ser
Para recibir al monarca de los amarillos.
Cada día me asombro ante el milagro,
Esta dádiva sobrenatural.
Acuña el corazón monedas de oro
Y la lengua pretende agradecerlo
En la sucesión reafirma la intención
Porque no hay día en que no se repita
El alma se sobrecoge, embriagada de belleza.
Dios generoso no guarda para sí
Ni un ápice de deleite.
Es el amor por los hijos de Adán,
El lenguaje que nos acerca a El
Teresa Ternavasio
14/04/2011