No pronuncies una sola palabra,
no digas nada,
no mires mis manos que tiemblan al tocarte.
No mires mis ojos
que buscan desesperados tu boca.
No hables,
no digas te quiero…
no digas te extraño.
Las caricias hablaran lo callado
y las miradas gritaran el deseo.
No pronuncies palabras,
yo tampoco diré nada,
solo veré alejarse tus pasos y a la vida…
a la que le estoy dando la espalda.