Si sientes que la depresión te invade.
Es porque aun te falta reconocer y aceptar
que tu cuerpo es la Verdad, que te lleva a la luz,
que te ilumina y te guía a la
completa libertad.
Si sientes que la depresión te invade.
Es porque aun estas atado a un mundo
de fantasía, ilusión, apego, deseo posesión,
obsesión y ambición.
Si sientes que la depresión te invade.
Es porque voluntariamente tu permites,
que las emociones, sentimientos, pensamientos
y culpas ajenas, te dominen, controlen, manipulen
y te aten como esclavo, títere, marioneta y robot,
para hacer lo que esas energías quieren,
para obstaculizar tu crecimiento
espiritual.
Si sientes que la depresión te invade.
Es porque ignoras, que debes instruirte espiritualmente,
para que seas un ser evolucionado, racional e instruido,
para ser un ejemplo de Amor y al fin puedas, liberar
a energías involucionadas y salvajes,
que te atrasan.
Si sientes que la depresión te invade.
Es porque te resistes a ser libre,
para que empieces a saber controlar
tu mente y tu cuerpo,
te enfrentes sin temor y nunca más permitas,
que ninguna energía irracional, te manipule,
ni te cacen como un animal, para humillarte,
agredirte, lastimarte y menos
a exterminarte.
Si sientes que la depresión te invade.
Es porque crees que eres indispensable,
e impides que la carga de energías que llevas,
la cargue el Universo, para que las renueve
y las prepare a ser Guerreros del Amor y
regresen a ayudarte.
Si sientes que la depresión te invade.
Es porque aun te falta saber, reflexionar, meditar,
pensar, orar, hablar, bendecir, bien decir,
para que todas esas palabras, sean renovadas
de Amor, Verdad, Perdón y Vida,
para que te guíen a la libertad y también des esa misma libertad
a los demás, en armonía con el Universo
y la Madre naturaleza.