El amor más sincero no se explica,
no hay saber que exponga su misterio;
cuanto más alto habla, es menos serio,
cuanto más serio es, ya nada indica...
No usa normas ni culaquier criterio
con que el real lo prende o justifica,
porque cuando la vida es menos rica,
procura en la ilusión su refrigerio...
Nunca se supo biense es relevante,
pues el amar, por sí, no se garante
si se aniquila el fuego del lirismo.
La lógica lo hace muy vulgar,
si al corazón le manda a razonar
y lo mata en un tolo silogismo...