poesía falsa palabreria
de cristal copa rota,
que al sonar de la ultima nota,
tu boca reiría.
De vomitar perdiciones.
mi corazón no cesa
con la propia presteza,
de mil maldiciones.
Evitarlo no puedo mientras viva,
nada me anima
a ser diferente,
solo ansió la pronta muerte.
Ya no más consejos,
es hora de mi partida
ni tiempo ni espacio,
me quedan en esta vida.
Me extrañaran lo presiento,
no lo merezco,
ya sin sangre mi cuerpo
nada siento.
Nubes rojas en mis ojos
veloces pasan,
y con ellas la esperanza,
de besarte de nuevo.
L MONT