Niña mía, mi dulce niña…
Con tus ojos negros azabaches y brillantes,
Con tus aretes de monedas
Que suenan tal campanadas de la iglesia…
Cada vez que mueves tu cabeza.
Tus cabellos, negros azabaches
Cubriendo tu cuerpo…
Tus caderas se mueven con un vaivén sensual,
Al son de la música,
Al son del taconeo en el tablao…
Al ritmo alegre de las castañuelas…
Y al compas del rasguido de las cuerdas de esa guitarra.
Ven mi niña, danza conmigo,
Niña mora de tus labios color carmín
Y sonrisa a flor de piel
Al acercarte tu rostro se ilumina…
Con la alegría de la magia de las melodías…
Y yo te miro y mi sangre bulle
Por que se cruzan nuestras miradas…
Dulce gitana mia.