Sabes, anoche te vi en mi sueño… dabas besos a mi frente y yo miraba al cielo agradecido de Dios mientras tus labios ardientes quemaban mi corazón.
Anoche, ¡que linda noche!, llovía y hacía calor brotaba tanta ternura de tu alma, cuan gotas de ensoñación, y la reguarde en mi pecho como el regalo mejor.
¡Que noche Me diste anoche! con esos cálidos besos y esa lluvia de ternura que brotó desde tu cielo bañando mi corazón.
PABEDIZ