Daniel Pirotto

Tankas

I

Alimentado

de tu recuerdo vivo

el fuego arde.

Y por más que peleo

noche tras noche quema.

II

No sé por qué

aún navego en tu río.

¡Oh necedad!

Sus aguas son veneno

y sal, y un barro negro

III

Aunque te amo

no quiero amarte.

Pero te extraño.

Si bien quiero alejarme

aún más quiero quedarme.

IV

Calma en la noche.

Silencio que congela.

Fuego en mi pecho.

Y tus ojos gigantes

son martirio y consuelo.