EL DESPERTAR DEL AMOR
LEOCHAMI
Aquella niña, de los ojos lindos,
cabello peinado con cintas blancas,
dejó, al pasar delante mío, una estela
de aire tibio perfumado de jazmines.
De sus claros ojos, anclajes de luz,
como dardos se clavaron en mi corazón.
Saetas, que quizás, contenían veneno,
que terminaron narcotizando mi voluntad.
Y aquí, bajo el ventanal de su habitación,
aguardo sin voluntad, que asome su silueta.
…Es imperiosa la necesidad de ver su imagen,
...subyugantes el deseo de llenar mis pupilas con su rostro…
LULU HDZ.
Cuando vi por vez primera tu risueño rostro,
pude ver en tus negros ojos, un brillo encantador,
alto, delgado, cabello negro, rizado y corto.
¡Ese es el chico de mis sueños!, pensé en mi interior.
Eh, de ahí mis noches de insomnio por no verte,
inquietantes los días al no saber nada,
mi corazón se aceleraba de ansiedad. ¡Qué mala suerte!,
me decía una y otra vez. La tarde estaba nublada…
De pronto, mis ojos brillaron, y ya estabas frente a mí,
fue como si mil pajarillos volaran alrededor nuestro,
nos quedamos mirando por largo tiempo parados ahí,
frente a frente y muy cerca de nuestros rostros…
LEOCHAMI
Colegiala mía, no supe leer lo que decían a gritos
esos tus lindos ojos… Un sentimiento nuevo me nubló.
En mis cuadernos y libros de lectura traté de retratarte,
en mi carpeta, con tinta roja, grabe tu nombre.
¡Oh! Maravillosos años… ¡El despertar del amor!
Tiempos donde nacen, como flores nuevas,
la ilusión, la esperanza, el deseo y sed de amor.
Edad de transformación del cuerpo y del alma.
Te amé en silencio… Miraba con sumo placer tu rostro,
amé tu forma de mirar y esa sonrisa tan… Tan tuya,
Mis manos acariciaban las letras de tu nombre
Y un torbellino de deseos coronaba tu presencia.
LULU HDZ.
Es hermoso sentir esa simpatía de jovenzuelos,
es tan romántico saborear ese primer beso,
naciendo nuestras ilusiones sin nada de celos,
suspiros y sueños con caricias del alma son un suceso.
El despertar del amor nos llena de ilusión,
y en cada encuentro es más grande el afecto,
así nuestras caricias envueltas en la pasión,
besos y delicias saboreando las mieles, es un reto.
Lágrimas han bañado mis mejillas,
tiernamente y con delicadeza secas mi cara,
es tan bello esto que se siente, que hasta escucho campanillas,
los dos nos miramos largo rato… en esa tarde tan bella y clara.
Naciendo ese primer amor de colegiales.
Autores:
MARIA DE LOURDES HERNANDEZ FUENTES
Monterrey, N.L., México
y
LEOCHAMI
Perú