Hoy en el camino
encontré una rosa púrpura cortada,
pensé que no era nada,
que ha alguien... se le había caído.
Aun sus pétalos estaban humedecidos,
con perlas de brillos escarlata,
mezcla de roja sangre y agua de plata.
Primorosa-mente envuelta
con delicada lamina dorada,
y celosamente acompañada,
por dos blancas camelias.
Del ramo pendía,
una inmaculada tarjeta,
que con cuidadosa letra
un nombre estaba escrito,
mi corazón... se ahogo en un grito
pues tu nombre tenia.
¿Quien te lo mandaba?
¿Qué razón tenia?
si yo nada sabia,
de lo que estaba pasando.
No quería terminar de leer
lo que allí decía.
todo terminaria
mi alma moriría.
Al final me animé,
y con frió sudor en mis manos
la tomé....
casi me desmayé,
no lo podía creer.
lo que allí expresaba
que mamá tu serias,
lo aclaraban tus amigas,
quienes te la mandaban.
Y mis ojos lloraron
lágrimas de sal embebidas,
en el cáliz de tu vida,
donde celosamente
este secreto guardabas.
¿Porqué no me lo dijiste?
¿Qué es lo que esperabas?
si yo largamente soñaba,
con este momento.
Ya no importa
de mi no hay reproches,
sera que en esta noche,
en mi infinita alegría
algo te pediré.
Que si es varón,
que se llame Andrés.
y si en nena Noelia,
y tu lecho cubriré,
de infinitas rosas...
y mil blancas camelias.
L. MONT