Estoy cerca de ti igual que el alba
y guardo de recuerdo tu sonrisa
-la que sabe vibrar- La que me salva
de esta soledad que ya me asfixia.
Escuché tu sonrisa y no distante
(porque la distancia amiga, ya no existe)
La noche en que hablamos fue un instante
-aunque sé que no estás no puedes irte-
Agradezco que me hablaras no hay duda.
Es quizás que ya esperaba esa llamada
pues mi alma confundida estaba muda
y ahogada en el silencio (se callaba)
El vibrar del celular fue tan extraño
pero al ver que eras tú hubo ambrosía
-como dijo el poeta: no hace daño
arrancar la costra de la herida-
un recuerdo me agobiaba aquella noche
pero nada te dije…no era el caso
abriste la ilusión y fue un derroche
que siempre llevaré como un avaro.
Una amiga que comentó uno de mis poemas
Dijo…que sólo escribo a la muerte y decepciones
pero mi vida es así (no hay otros temas)
ni puedo equivocarme ni son borrones…,
por eso estos versos que te escribo
quizás sean suaves con sabor a arte…
Tu llamado fue largo y emotivo
un recuerdo inmortal que tú dejaste.