Encerré a la luna en un círculo de azúcar,
Siento en mi pecho un nudo.
Quiero ver que no respetes el silencio póstumo.
Ya no quiero ilusiones
estoy soñando dentro de un sueño,
Necesito la realidad.
Me llaman los cantos de cantares,
La independencia toca a mi puerta
y me exige que coma de ella
Soy prudente, al menos intento serlo,
Quisiera entrar sin miedo,
Sin cautela, sin consecuencias.
La luna me llama, el estandarte de los locos y los poetas,
Su aura mágica de ensueño cubre mi patio
Y lo llena de deseos de recuerdos prohibidos,
Ya no necesito esto…
Se que no que no lo necesito.