Pietro Marsetti

Aquella Historia

Te vi, y no tuve cargos por ser ladrón y robarte un beso.

No tengo el arrepentimiento de levantarme cada día pensando

en cómo lo quería gastar contigo,

y como poco a poco tenia que impresionarte.

 

La mas guapa y la mas bella

era los adjetivos, perfectos, preferidos por mi boca,

para describirte cuando no estaba tu presencia.

Te solía evocar siempre en imágenes

en las cuales te veía y la foto tenia sentimientos de felicidad.

 

Fue tanto esto que al verme, millonario, pero pobre

decidí un salón, brillante, como de oro

con una placa a tu memoria.

Un recuerdo de ti en mi corazón.

Se quedo dividido pero no importa.

 

Fue entonces, en la cúspide de todo,

cuando separamos nuestras manos

y con la piel desnuda sentimos dolor,

nos dio gripe de pena y cólera de amor.

 

Con las palabras en las manos

cada quien fue lanzando, balas,

que no golpeaban solas, una mejor estrategia

fue ayudarles a los ojos, para que vean las cosas

como, ahora realmente, son.

 

Y así, destruido, no quedo mas que hacerse

responsable por todo lo que dolió.

 

Darse a conciencia que feliz

la vida se goza, lo malo es cuando

uno se da cuenta que, también,

la conciencia percibe el dolor.

 

Buscando ahora encuentro,  monstruos,

que nacieron y están llenos de odio.

Por sentir un mundo que es nuevo

Verte  me mata y al mismo hace que nazca

Lo que e encontrado.

 

Los adjetivos que solía ser la luz en mis noches

ahora las acompañan y las hace mas obscuras.

Ahora son palabras sucias que a pedazos

destruyen toda imagen tuya.

 

Ahora bañado en negro

verte, no es lo que veía.

 

 

 

 

Si el tiempo juzgaría
cómo nos condenaría por ciegos?
Por falsos y mentirosos?

O por las mascaras que usamos sobre nuestra pena.

 

Existió daño, lo sé.

Mirar a las estrellas, no quita que te amé.

Gritar y embriagarse, no saca la mascara

de mi tratando de recordar tu presencia.

 

Que orgullo y que historia a sido

contarla ente cada línea contigo

después de hacer de este mundo el escenario

y haberlo encontrado con una mejor razón.

 

No hay culpa. Decir odio es falso.

Fuiste la que tuvo el derecho

de tocar mi alma, más profundo que a nada.

 

Fue tu esencia la que se quedo guardada

en ese salón que te di de fama.

se quedo en mi, encerrado, y allí estará.

 

Cuando alguien te hace daño

después de todo lo que vivieron

si, duele.

 

Pero es buena la paga.