¿Quién reniega por la causa relegada
de los jóvenes privados de existencia
cuando un gobierno simplemente calla
limpiándose las manos de carroña?
Cuando la muerte, por decirlo, es doña
donde gobiernan quienes no hacen nada
¿Quién no, carajo, por lo cual se ensoña
se ensaña y les exige retirada?
Nosotros, pueblo, que tenemos voz
que aún nos queda filo en la garganta
¿No heriremos las venas del sistema
con la palabra de la indignación?