Dentro de mi alma, llueve la
alegría a raudales; devora
temores, angustias y
penas…dándole a mi vida
un mejor sentido.
Has hecho camino llegando
hasta mí rompiendo el
silencio que daba a mi vida
la cruel soledad, llenando de
gozo a mi alma sufrida.
Mi corazón da saltos, quiere
salir del pecho a pregonarle
al mundo su primicia de
haberte encontrado y, yo, le
ayudaré.
Gritare, en voz alta y los
cuatro vientos, este amor
tan grande que por ti yo
siento.
PABEDIZ