Tienes marchita la sensibilidad en tu vacante piel
tus suaves manos son un misterio
no estas al tanto de lo que es querer,
no apruebas que te quieran seducir
rechazo hay en tus grandes ojos negros
y no termino de entender
si la sabia naturaleza te dio tanta belleza
porque sentencias sin misericordia al amor
mientras que en mi se desborda plácidamente
el torrente afectuoso de la candente pasión
por quererte hacer mi amada mujer,
eres estatua helada de rígido acero
que no se fragmenta ante mis vanos intentos
de querer seducirte para hacerte sentir mujer,
cuando mansamente te abordo
solo percibo tu frió desinterés
y tu mirada me divisa indiferente sin quererme ver,
soy cautivo heroico de tu ser
por mas que intentes alejarme de tus suaves brazos
mas se cierra la celda que me mantiene encarcelo
a tus desafectos solo queriéndote querer,
insensible pero agraciada mujer
abre tus puertas doradas al amor
y deja entrar la luz sublime de la pasión
para que florezca tu jardín desierto
y convertirte al fin en la gran señora del quere