Que eres mía,
Sueño despierto,
en las noches
y en los días.
Sueño…
Con una muñeca, tan frágil como la porcelana.
Con tu piel que es más suave que la misma lana.
Con una mujer, tan delicada como una rosa.
Para mí, eres soberana a una diosa.
Con tus ojos despliegan un leve centello,
y te juro que juro que no existe algo más bello.
Acércate!!!...
Mírame a los ojos
y dame un beso.
Me muero por probar tus labios rojos,
porque aún no dejo de desear eso.
Y quizá mi codicia no sea muy obvia,
Pero mi mayor anhelo es que seas mi novia.
Tal vez parezca un poco atrevido,
y me consideres un loco poeta,
pero si no te gusta lo que te digo,
pégame en la jeta.