Tú has vuelto
ausente
pero has vuelto,
lo siento,
lo se.
Tus labios me dicen
desde la distancia incongruente,
desde el silencio silente
desde tu jardín.
No se quien eres
pero bella eres,
respiras, vives
y tu aroma…si tu aroma me llega.
Y vaya que el eco suena,
golpea el corazón, retumba en la mente.
El color,
cada brillo es un tambor
e increíblemente nada se de tus ojos
ni de tu voz.
Tu voz…
simplemente tu voz,
sonido que supongo cercano a lo celestial,
¿cual sería el sonido celestial?
me digo,
sería tal vez el sonido de la palabra “te quiero”,
fonética solo comparable con flor,
bosque, mar, sol
y todo lo demás,
qué puedo yo pensar,
escribir, decir?
más que en cada renglón
quisiera yo morir y vivir
por ti.
Sueños, solo sueños…
¿Y que es la vida sin los sueños?
Nada,
todo empieza y culmina con un sueño,
la gran historia es verlos hechos recuerdos
entonces podremos decir que éstos,
éstos fueron ciertos.