ALVARO J. MARQUEZ

ESPERANDO POR TI

"La vida nos suele castigar/ y hacernos llorar si no hemos llorado./ A unos por no saber amar,/ a otros por amar demasiado".

 

Veo que en realidad no ha cambiado nada,
Que tú sigues siendo la misma malcriada
A la que nadie enseñó nunca a querer.
A veces pienso en el tiempo que perdí
Esperando un amor que por lo visto, para mí
Nunca en mi vida lo llegaría a tener.

Se supone, pienso yo, que el hecho de amarme,
Apartando el mero asunto ése de cuidarme,
Debería ser en ti algo totalmente natural…
Que por muchos errores que este servidor tuviera,
Nunca existiría ninguna, pero ninguna manera
De que tú en tus adentros no me amaras igual.

Sin embargo, eso no es lo que ha sucedido
Y hoy la tristeza vino y me ha conseguido
Con lágrimas que no quisiera derramar…
Me duele que hoy, así como en el pasado,
Pensando en ti yo aún no haya encontrado
Razones suficientes para nunca más llorar.

Tú deberías ser otra, una simple “fulana de tal”,
Alguien que al pensar no me haga tanto mal
Sentir que tendría que amarme y no lo hace
Y no alguien que no tiene para mí gestos bellos,
Que no recuerdo si alguna vez acarició mis cabellos
Y que no tengo modo de lograr que me abrace.

Las diferencias generacionales te justifican,
Distintas ideas entre nosotros sé que implican
Inevitables y muy frecuentes discusiones…
Pero te digo, en secreto aquí entre tú y yo,
Creo que el amor en ti en realidad eligió
Muy mal momento para irse de vacaciones.

Me diste educación y en mi alma te lo agradezco,
Mucho de lo que soy o al menos lo que parezco
Sé que te lo debo a ti en una gran medida…
Pero ¿qué te puedo decir? Me siento triste,
Porque tanto me pudiste dar y no me diste
Lo que más de tu parte ha necesitado mi vida.

Y son años y años esperando ese cambio bendito,
Pero el tiempo de espera se me ha hecho infinito
Y un te amo de tu boca todavía no me llega…
Al parecer, cuando el tema de mi necesidad te aborda,
Te ha encontrado como siempre haciéndote la sorda
O peor aún, fingiendo que ante el amor, eres ciega.

Estoy vivo y por eso el corazón no se cansa
Y soporta y no pierde nunca la esperanza
Porque eso es lo que arde en mí, son las llamas
Que me suplican que no me rinda… todavía,
Porque tal vez Dios quiera que llegue el día
De escucharte a ti madre diciendo que me amas.