Efímero el calor que junto a tí sentí,
narcisa sombra que tus pasos seguía
cuando me sonreías y pensaba que sí
esta vez, por fin esta vez el amor conseguía.
El desamor, la traición, el dolor,
el olor de la ausencia que queda,
el frío, en mi alma este escozor
y la gente que dice que igual gira la rueda.
El llanto en mi guitarra,
que es la única que hoy me acompaña,
el silencio del adiós que me aborda
y la falsa esperanza de un buen mañana.
La tristeza, el hielo en la cama,
la sonrisa arrepentida de cada mañana,
el hastío, el letargo, el susurro de la almohada,
el hambre ausente hace más de una semana.
La rabia, la impotencia,
las copas, las botellas vacías,
esta vida sin conciencia
y el pesar de quererte igual que antes lo hacía.