adolfo casas c

Inmerso en un sueño.

Estando en paraje

inmenso de soledad,

inmerso en mi pensamiento

cual triste recordar,

solo yo y mi alma

el silencio empezó a

cambiar, con el murmullo

del río empece a soñar,

un mundo distinto

un mundo diferente.

Buscando entre la gente

una cara con dicha

que busque sentido,

liberar mi pecho

y hacerlo andar,

por la senda del camino.

Por un mundo distinto

fugitivo a mis manos,

solo empece a

continuar el camino.

Sin rumbo fijo

solo el camino,

rodeado de obstáculos

poniendo traba

a mi destino.

Sin importar

traba comencé a andar,

en una que otra

solo tumbado

en el suelo,

pude surcar

buscando la luz

entre tinieblas,

pues ya no miraba

más.

Solo mi voz

interna rompió

el bullicio,

se torno en silencio,

le dijo a mi cerebro

calma yo te voy

a guiar.

Cada palpitar

en tu corazón,

es un avanza

y un detente.

Cuando este latiendo

sereno continua

la jornada del camino,

cuando se acelere

detén tu paso,

camina despacio

algún día llegaras,

tal vez hoy,

tal vez mañana

terminara tu caminar.

Que sabia

es la voz interna,

solo saber

escucharla en soledad,

rodaron mis lagrimas

se aclaro mi mirar,

ya no había

tinieblas solo una luz

sin igual,

que inundo

mi ser de infinita

tranquilidad.

Desperté nada estaba,

solo la voz

que me guiaba,

diciendo,

fue real

no solo es un sueño,

la vida misma

es un sueño,

también habrá

un despertar.

Autor: Adolfo Casas C