Me siento como un tonto hablándole al viento,
dejando a mis pensamientos inmersos en el olvido
sin poderlos dejar salir.
Aunque he notado que prefiero la inspiración a la felicidad.
Elevador.
Al cerrarse las puertas a la realidad
Solo quedamos tu y yo.
Y mientras el espacio empieza a elevarse
nos damos un beso inocente de malicia
pero hermoso en cariño.
Solos tu y yo fundidos en un abrazo
Nuestras manos parecías tenazas
aunque las mías eran de algodón
para no dañar tu fragilidad.