Gustav Steiner

A nuestro caudillo presidente

¿Dónde está la paz que proclamas?
Quizá, mi tosco compatriota,
está en las turbas que llamas,
pues plata acepta el idiota.

¿Dónde está la libertad, amigo?
¡Claro!, ahora derecho tenemos
de violar la democracia contigo.
Trabajo justo es lo que queremos.

¿Y la patria y el amor, dónde?
¿Eran acaso los pobres engañados
con lisonjas en plazas del fraude?
¿El amor al vernos amenazados?

¿Quién te dió facultad para miedo
impregnar en nuestros corazones?
Cuenta en que la patria es mi credo
y para bajarte nos sobran razones.

¿Qué pensaría mi hermano Castellano
al verte en el declamo del poema
que cantó de mi tierra lo divino?
¡Pobre su león en lágrimas se quema!

Invocas en tus profanos discursos
el amor y libertad del mundo entero.
Si de tontos se hicieran concursos
en tonterías perderías el primero.

¿Cuánta sangre más pretendes derramar?
¿Cuántas frases de aquel trozo de papel
que valió gestas heroicas vas a difamar?
Lo mismo te importó violar el Chapel.