“A TI… A TI TE HABLO”
A ti, que estás mirando/
a ti, a ti te hablo.
Sin conocerme ya me has conocido,
en mi verso escuchas muy silente
mi voz que suena
como viento suave.
Suave nota,
dulce silbo/ que penetra en la distancia,
sutilmente hasta tu mente,
hasta meterse en tu sangre/
y te hace pensar en ello…
En lo que harías si tuvieras
este momento en que te hablo/
para así hipnotizarme con tu alma,
con tu alma desbordada de palabras.
Me dirías que en un sueño,
te soñaste éste poema,
que la soledad te abriga
y se adueña de tus penas,
que a veces cuando miras
con tus ojos sobre el aire,
te regresas pensativa
sin haber hallado a nadie.
Que noctámbula te arrimas
a buscar en el silencio,
un porque a tus pupilas
que se gastan por tu ruego.
Muchas cosas hay en ti,
que me quisieras decir,
cosas que a la verdad,
también quisiera escuchar.
Como podrías sentir,
que tu dolor vive en mi,
que en el alma llevo yo
un poco de tu pasión.
Que aunque lejos ya del otro
no somos tan diferentes,
que lo bardo en tus entrañas
también lo llevo en la mente.
¡Gracias por éste momento!
Por abrazarme en tu voz,
se que al pasar de un buen tiempo,
te conoceré mejor.
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