Palpitar de un beso encendido
en la tarde ida
por los alcores.
El aire lleva
"perfúmenes" de primavera.
Mar y cielo azul se engalanan
en tules de arrebol.
Dos almas
en un beso sienten la poesía.
Vivo en la vida,
en el vacío nado,
en la hoguera de la imaginación
se calienta la entrepierna,
en la alcoba de la ilusión
arde la fantasía.
La luna se acicala
para la noche
de la gran fiesta.
Por el ocaso ondea
la estela luminosa
de mi ardentía.
Soy fuego en boca ardida -nunca
el amor ciego sea-.
Sispiro por las ninfas de Judea
-desnudas juguetean-,
por las náyades del bosque
-entre hojas juguetean-.