E sufrido la desdicha y la penuria,
de no haberme sentido entre tus brazos,
de no saber el grado de tu calor,
ni la dulzura que contagian tus regazos.
He soñado mil veces el Caribe
imaginado la hermosura de tu cuerpo
he vagando en lo oscuro de mi sueños
hasta llegar a pensar que me amabas
que eras mía te poseía, era tu dueño.
Hoy yo sigo con dolores en mi alma
oxidado por tu triste lejanía
y quisiera ser un valiente bandolero
para rastarte y en mi caballo y llevarte a mi serranía.
Hacerte la reina de los bandoleros
que tu fama de amazona traspase todas la fronteras,
para amarte en tres las breñas y el romero,
en al instante y a la hora que tú quieras.
Que tu presencia alegre a los pajarillos
y florezcan las flores en la rivera
que canten las alondras en el cielo
y tu cuerpo se convierta en primavera.
Que se refleje la luna en el riachuelo
que las aguas bajen y canten tu nombre
que los valles te den la bienvenida
y que tus labios me sirvan de señuelo.
en mi sueños te me tistes tocando mi corazón
y hoy tan solo te digo
si viniste para amarme,
mi amor, mi amor, ¿porque jugaste conmigo?
Autor. Joaquín Méndez. ®®RESERBADO