En frente del frio dolor que lo ahoga, El fuego de un amor se esconde, fingiendo ser un mar de amistad tranquilo y sin anhelaciones, tristemente mientras se oculta el sufrimiento es capaz de llegar a él, e inclusive llega con más fuerza que antes y es capaz de sentir la manera en que va a caer.
La pobre llama de amor se va apagando, pero aun así la esperanza no abandona a su compañero aunque su vida se esté agotando, juntos piensan y se imaginan un mundo en el cual el amor derrotado es victorioso, viendo como la felicidad de su amada estaba con él y ningún otro. Mientras, deseoso de poder tenerla entre sus brazos, en la oscuridad de su cruel soledad donde los sentimientos afloran con un casual tono sombrío, sigue recordando la figura y la esencia de esa que tanto lo hizo sufrir y diciéndose: “la he perdido por solo ser un crio"