FLORENTINO II.-

Del Getsemaní a la Cruz !!..

DEL GETSEMANI  A  LA CRUZ

 

El nombre de Getsemani significa lugar de aceite y probablemente por el hecho de que en ese lugar se conservaba una prensa que servía para extraer el aceite de los olivos cultivados en ese lugar.   San Juan menciona que el sitio era un jardín y esa designación nos conduce a conceptuarlo como un terreno vallado de propiedad particular . El mismo escritor indica que era un lugar al cual solía ir Jesús para apartarse para orar, o conversar confidencialmente con los discípulos.. (Jesús el Cristo, pag. 651).

     Cuando nosotros hablamos de la pasión de Jesucristo, mucha gente tiene la idea de que su mayor sufrimiento tuvo lugar cuando Él estuvo sobre la cruz y le clavaron las manos y los pies. Sin embargo el mayor sufrimiento ocurrió antes de que fuera  puesto en la cruz;  en el jardín de Getsemaní donde la sangre le broto del cuerpo. “ Padecimiento que hizo que yo,  Jesucristo el mayor de todos temblara a causa del dolor y sangrara por cada poro y padeciera tanto en el cuerpo como en el espíritu y deseara no tener que beber la amarga copa y desmayar. (D. y C.  19:18, San  Lucas 22: 42 – 44).  Esto no ocurrió cuando estuvo en la cruz, sino en Getsemanó.  Allí fue cuando sangro por cada poro de su cuerpo.”.

     Por su parte el presidente Ezra Taft Benson dice: La noche que Jesús fue traicionado, llevó consigo a tres de los doce y fue al lugar llamado Getsemaní.  Allí padeció los dolores de toda la humanidad como sólo Dios puede padecerlos, soportando nuestros pesares, siendo herido por nuestras transgresiones, sometiéndose voluntariamente a la iniquidad de todos nosotros, tal como profetizara Isaías.     Isaías 53; 4-6.-

     Fue en Getsemaní donde Jesús tomó sobre sí, los pecados del mundo, en Getsemaní donde descendió debajo de todo a fin de que pudiéramos arrepentirnos y venir a Él.     Nuestra mente carnal no es capaz de comprender,  la lengua no puede expresar ni la mano del hombre puede describir la magnitud,  la profundidad  ni la intensidad del sufrimiento de Nuestro Señor, ni  de Su Amor infinito por nosotros..

 

     Para nuestra comprensión normal, la agonía de Jesucristo es insondable tanto en lo que respecta a intensidad como a causa.  Dice  élder James Talmage,  no fue el dolor físico, ni la angustía mental solamente, lo que le hizo padecer tan intenso tormento, lo que produjo una emanación de sangre de cada poro, sino una agonía espiritual del alma que sólo Dios es capaz de conocer.  Ningún otro hombre, no importa cuán poderosa hubiera sido su fuerza de resistencia física y .mental, podría haber padecido en tal forma , porque su organismo humano hubiera sucumbido, y un síncope le hubiera causado la pérdida del conocimiento y ocasionado la muerte anhelada.  En esa hora de angustia Jesús resistió y venció todos los horrores que Satanás el príncipe de este mundo, pudo infringirle.

     En  alguna forma efectiva y terriblemente real, aún cuando incomprensible para el hombre, el Salvador tomó sobre sí la carga de los pecados de todo el género humano. (Jesús el Cristo pág. 643-644).-   Gimiendo bajo esa pesada carga, bajo aquella presión tan intensa como incomprensible, esa terrible reclamación  de la justicia divina, le llevó a sudar grandes gotas de sangre y a exclamar ; “Padre mío...…, si es posible pase de mi esta amarga copa”,  pero ante todo, hágase tu voluntad.. “

 

     Había luchado con la enorme carga en el desierto y contra los poderes de las tinieblas, que observaban en ese lugar; esperando el instante de su claudicación.  Su menta saturada de agonía y dolor, sólo y aparentemente desvalido y abandonado en su agonía, la sangre brotada de sus poros.

 

     Parece que además de los espantosos sufrimientos consiguientes a la crucifixión, se habúa repetido de nuevo la agonía intensificada más de lo que el poder humano podía soportar.  En esa hora más crútica , el Cristo agonizante se hallaba solo en la más terrible realidad, a fin de que el sacrificio supremo del Hijo pudiera consumarse en toda su plenitud, parece que el Padre retiró el apoyo de si presencia inmediata, dejando al Salvador de la humanidad la gloria de una victoria completa sobre las fuerzas del pecado y de la muerte.

     Pronto pasó el momento de debilidad, la sensación de abandono completo, y se hicieron sentir los deseos naturales del cuerpo.  La sed enloquecedora que constituía una de las peores agonías de la crucifixión, causó que se escapara de los  labios de Jesús su única expresión de padecimiento físico.  “Tengo sed”, dijo  (Juan 19:28).   Uno de los que se hallaban allí – si fue romano o judío, discípulo o incrédulo, nada nos es dicho – empapó una esponja en un vaso de vinagre que estaba cerca y colocando la esponja en un extremo de una caña, la acercó a los febriles labios de Jesús..

     Comprendiendo plenamente que ya no estaba solo, sino que el Padre había aceptado su sacrificio expiatorio, y que Su misión en la carne había llegado a una gloriosa consumación, Jesús exclamó en voz alta, de sagrado triunfo,  “consumado es”.  Entonces con reverencia, resignación y alivio se dirigió a su Padre diciendo  “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu “ , inclinó la cabeza y voluntariamente entregó Su Vida..

 

     Había muerto Jesús el Cristo, no le fue quitada su vida, sino de acuerdo con Su Voluntad.    A pesar de lo dulce y gustosamente aceptado que habría sido el alivio de la muerte, en cualquiera de las primeras etapas de sus padecimientos – desde el Getsemaní hasta la cruz – vivió hasta que todas las cosas se cumplieron de acuerdo con lo que se había decretado para este sacrificio de expiación ¡….