Un agónico estilo de hinojos
a orillas del abismo de las dudas
busca vestirse de palabras
como interpretando los silencios.
Tras los monásticos purgatorios,
más allá del amor y la tristeza
la distancia se extiende ferozmente
por la fértil llanura de la espera;
de pronto entre anhelo y soledad,
a la brisa de las remembranzas
arriba otro frío amanecer sobre el mar
dibujando ausencia con espuma y sal,
susurrando gotas de adiós sobre la quimera,
y de la tormenta de tan tristes formas
la palabra/ el verso/ el poema.