Eres mi herida nueva en el pecho.
Eres cuando me desangro de ti
bajo la sombra de tus risas.
Y al llegar al final me ocultaré
en la infancia de las almas solitarias.
Allí correré descalzo.
Abandonaré pisadas de cemento.
Resucitarán abrazos de melancolía.
Dibujaré nuestras miradas en todos los vientos.