Señor he vuelto de nuevo al Gólgota,
y todavía te he hallado aún con vida,
con tu rostro ensangrentado goteando
y tu costado sangrando la herida.
Todos te miran, al caer tu rostro,
otros maldicen el momento vivido,
Señor … estamos igual como antes,
no te seguimos, vivimos en la oscuridad.
Cansado tú, tus ojos elevas al cielo,
y balbuciendo encomiendas tu espíritu,
entonces se rompe del templo el velo
y a tu Padre Dios empieza tu camino.
El pueblo dice … lo hemos matado al Señor,
es injusto lo que hemos hecho con ese hombre,
pero es tarde ya…va el Señor con su dolor,
con sed…castigado por el hombre y con hambre
Que injustos fuimos Señor en aquel día,
liberamos a Barrabas en vez que a ti,
hoy se ha convertido en noche lo que era día,
porque muriendo por mí estas Hijo de Dios.
Pues cuatro bajaron tu cuerpo agotado,
y en lienzo abrigaron tu cuerpo inerte,
todos creyeron que habías sido derrotado
pero tú eres Dios y en ti no hay muerte.
Pero igual que ayer los hombres te ignoran,
y buscan en la vida una mejor suerte,
tú eres el Mesías al que hoy imploro,
al que iré a su lado después de mi muerte.
Es así Señor que está este mundo,
no hay entendimiento a tu bendita palabra,
todos se olvidaron de tu gran sacrificio,
de hace muchos siglos halla en el Gólgota.