Federico Mendo Sánchez

EN EL GÓLGOTA

 

Señor he vuelto de nuevo al Gólgota,

y todavía te he hallado aún con vida,

con tu rostro ensangrentado goteando

y tu costado sangrando la herida.

 

Todos te miran, al caer tu rostro,

otros maldicen el momento vivido,

Señor … estamos igual como antes,

no te seguimos, vivimos en la oscuridad.

 

Cansado tú, tus ojos elevas al cielo,

y balbuciendo encomiendas tu espíritu,

entonces se rompe del templo el velo

y a tu Padre Dios empieza tu camino.

 

El pueblo dice … lo hemos matado al Señor,

es injusto lo que hemos hecho con ese hombre,

pero es tarde ya…va el Señor con su dolor,

con sed…castigado por el hombre y con hambre

 

Que injustos fuimos Señor en aquel día,

liberamos a Barrabas en vez que a ti,

hoy se ha convertido en noche lo que era día,

porque muriendo por mí estas Hijo de Dios.

 

Pues cuatro bajaron tu cuerpo agotado,

y en lienzo abrigaron tu cuerpo inerte,

todos creyeron que habías sido derrotado

pero tú eres Dios y en ti no hay muerte.

 

Pero igual que ayer los hombres te ignoran,

y buscan en la vida una mejor suerte,

tú eres el Mesías al que hoy  imploro,

al que iré a su lado después de mi muerte.

 

Es así Señor que está este mundo,

no hay entendimiento a tu bendita palabra,

todos se olvidaron de tu gran sacrificio,

de hace muchos siglos halla en el Gólgota.