El Hombre de la Rosa

HERMOSA VERDAD

Lo colosal

del espacio

y lo pequeño

que somos,

los planetas

son pigmeos,

el hombre se cree

que es todo.

La lustrosa

Vía Láctea,

en espirales

transita,

envuelta en

su agujero negro,

la Galaxia

gira y gira,

entre gritos

de silencio.

La expansión

del Universo,

es entresijo

de ciencias,

que no saben

donde acaban,

los soles,

ni las estrellas,

en lo oscuro

iluminadas.

La estampa

de espacio negro,

donde vagan

las Galaxias,

nunca saben

donde acaban,

por ser grande

el Universo.

Nuestro gran

agujero negro,

del centro

de la Via Lactea,

devora

estrellas y astros,

expulsando

la energía,

de la materia

que traga.

Para saber

dónde andamos,

los microbios

de dos patas,

necesitamos

tener,

un planeta

lleno de agua.

Esta la Tierra

Escondida,

en el fin de

un remolino,

de estrellas

astro y cometas,

que viajan

desde el Bin Bang,

de un infinito

expandido.

Algún cometa

furioso,

besar la Tierra

quisiera,

sin preguntarle

a la luna,

si el hombre

habita en la Tierra.

 

Autor:

Críspulo Cortés Cortés

El Hombre de la Rosa

23 de abril del 2011