Pier Paolo

A mi madre

Difícil en tránsito en tu piel.

Difícil el tácito brindis del roce, el fuego.

Pero están mis palabras

que trascienden tiempos y épocas.

 

Tú, mi primer amor:

Tan plena de leche, tan escasa de miel.

Con otras me uno, contigo me separo,

cada día más

desde la luz del vientre.

 

Acepta mi ida y ámame.

Como puedas amarme, ámame.

Desea mi vuelta, sin desear nada.

Entrégame tu ofrenda, tu voz y tu sangre.

Séllame en tu memoria para siempre.