Soñé una vez con alcanzar tu amor imposible,
que no pensé jamás una noche iniciaría
en una cena humilde que era lo que se podía,
donde empezamos un amor que parecía increíble.
Las sonrisas y la alegría en ese entonces reinaba,
los abrazos y los besos se daban constantemente,
sentí la felicidad tocarnos tan encantadoramente
hasta aparecer cosas que jamás yo esperaba.
La envidia fue la primera en salir al escenario,
así empezaron los cuentos a los que caso hiciste
y a destrozar mi corazón fue lo que te pusiste
creyéndole a la gente lo que hablaban a diario.
También tengo que mencionar que soy celoso
y que difícilmente puedo dejar de serlo,
pero, es porque al brindar mucho amor y conocerlo
temo perder lo que amo y sé, será doloroso.
Logramos vencer los envidiosos que creían
asesinar éste amor con su boca fácilmente,
les dimos pelea y superamos hábilmente
la mala gente que juraban nos ganarían.
Sin embargo el celo disminuyó un poco,
porque pude controlarlo al saber que molestaba
tu alma, que supe que yo lastimaba
al celarte por cosas que me volvían loco.
Y por celoso hoy has dicho que no te merezco,
que he sido lo peor al no tenerte confianza,
que al amar uno no cela porque daña la balanza
y ahora te has negado al amor que hoy te ofrezco.
Todo en exceso es malo y hoy me dejas por eso,
amar demasiado es dañino y hasta roba la calma
uno manda en la razón, pero en el corazón y el alma
no se deja de celar, si el celo es amor en exceso…
Alviz Neleb