Trotas las callejuelas de Parisia la Grande,
andas y levantas cual pavo real,
charlas tu dandismo entre retratos de Dante
y con pobre orgullo cuentas historias.
Yo recuerdo haber leído tu insano retrato
pintado en lienzos de tus memorias;
belleza y juventud fueron grabados en mano
de un artista que no lo valoró.
¿Cómo le dices a tu libertinaje, Marte?
¿Acaso el marqués aquel te adoró?
No creas que el amor se encuentra en Jade,
ni en el candor se resume la vida.
El alma de aquel retrato se pudrió,
y eso que en su vida conoció el Sida,
mas tu amor, dime, ¿dónde se murió?
Gustav Steiner