Este amor, creció en mi alma,
como en el campo la maleza,
nació de un suspiró de una mirada;
y hoy me tiene lleno de tristeza.
Fue una nena dulce y graciosa,
que en una sola de sus miradas,
me hizo ilusionar con su alma preciosa..,
y se quedó en mi vida clavada.
Desde entonces mucho he pensado
que si yo de ella me enamoré;
y no corresponde dulcemente,
no se lo que haré!
Hemos planeado muchas citas,
pero parece separarnos una montaña;
no se si conviene este romance”,
ante la actitud de la vida, ¡tan extraña!...
¡yo…,! me muero por verla
ante la actitud de una cita sofocante;
¡parece cosa extraña…,
que todo siga igual que antes!...
Queriéndola tanto,
muriendo por verla,
“ante esta actitud extraña”
¡no se como tenerla!..
Estoy esperando al destino
que me conceda el favor,
de guardar para mi su cariño;
para yo entregarle mi amor.