Que es feliz
el soportar,
y placer
el galantear.
Un período
suele haber,
para podernos
negar, al amor
sin desatino,
porque cuando
seas divino,
tendrás tiempo
de placeres.
Los amigos
son humanos,
de buen porte
y sano hacer,
que no quieren
aprender,
las flaquezas
de esta vida.
Por lo tanto
en la algarada,
de mi dignidad
terrible,
elijo yo ser
sensible,
a la amistad
y al afecto.
Ya que la vida
es lo incierto,
por eso no
me desligo,
de mi mujer
y los hijos.
Que las delicias
son pocas,
en esta vida
moderna,
porque cuando
hay que amar,
te ves envuelto
en miserias
y el cariño
has de buscar,
fuera
de la casa
nuestra
y no lo vas
a encontrar.
La felicidad
es arte,
de familias
de postín,
que no saben
mal hacer,
que la vida
es un placer,
desde el alba
hasta el ocaso,
con los hijos
y los trastos,
somos felices
sin tacha,
hasta que llegue
la fecha,
de no podernos
querer,
porque termino
la vida.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
24 de abril del 2011