Los ángeles bajaron una noche clara
velaron tus sueños hasta la mañana.
Domías tan plácida en tu cuna blanca,
soñando con duendes, princesas y hadas.
Corrías por campos de verde esmeralda.
Recogías flores de varios colores ,
tus manitas pequeñas no daban a basto.
Te embriagaba el aroma que llenaba el aire
de dulces perfumes que se entremezclaban.
Regresabas justo al caer la tarde.
Un ramo en las manos para regalarle,
a la que te espera con la leche tibia,
galletas calientes y amor para darte.
Llega la mañana y despiertas sonriente…
tu sueño se funde con la realidad …
Allí está mamá …y viene a abrazarte!!
M.I.C.