Mes de abril, en el que dos palomas blancas
partieron hacía el cielo con sus sueños,
dejando plasmados los poemas
pincelados de arreboles y añoranzas,
para que viajen en el tiempo
por caminos transitados de nostalgia.
Cuando un ser querido falta
y emprende vuelo con su espíritu infinito
sentimos tambalear la calma
por el dolor que nos quebranta el alma,
nos duele el pecho y el corazón se inflama...
Por mucho tiempo rodarán las lágrimas
hasta acostumbrarnos a vivir sin su presencia.
Aunque nunca nos llegará el olvido
si tendremos un alivio a las heridas
y lo que hoy es una aflicción que nos sepulta,
se irá menguando al pasar los días.
Después de la tempestad llegará la calma
nos alumbrará el sol un nuevo día
y un arco iris con colores de templanza
se hará presente tiñendo el firmamento
y lo que hoy es un gran dolor que nos socava,
mañana será un grito de esperanza
de poder estar con ese ser…si la muerte nos alcanza.
Felina