NO RETROCEDAS
Me llevaba el pensamiento a esperar poco de la vida,
A seguir en el camino preso de su remolino
Jardín poblado de hierbas, parecía mi destino
Conozco el calor de llamas, procedentes del infierno
¿Es que ya no es el sol el centro del universo?
¿Secos los mares y encendidas las arenas de los desiertos?
El viento, la lluvia, el verde de las praderas, el perfume de la rosa,
El vuelo majestuoso del águila ¿Acaso han muerto?
Y te hallé, ahí estabas como una joya sagrada, imposible de asir.
Creí en el milagro, en los sueños trastocados,
En el silencio callado, mirando el tiempo ir,
En palabras por venir, para crear el verso amado.
La brújula del amor había cambiado el rumbo,
El día buscó la noche para contemplar sus estrellas
Y la noche esperó el día para jugar con su luz,
No retrocedas mi alma ¡quiero estar donde estas tú!
Teresa Ternavasio
24/04/2011