Si acaso hay un final (que no deseo)
alguna tarde gris que te despida,
habré de hacer un surco en esta vida,
un antes y un después en mi deseo.
Entregaré al olvido los trofeos
Ganados junto a ti día tras día
Para intentar sanarme las heridas
Que habrán quedado abiertas en mi cuerpo
Si en el lejano umbral de tu cansancio
acudes presurosa a despedirme
habré de darte mi alma antes de irme
a resonar tu amor en mi silencio
A amarte lentamente me sentencio
hasta el instante mismo de morirme