Oh mi pequeña, con tu carita tan guapa,
llenita de pena, rosa de cristal.
Mi alma se clava en todas tus penas,
y llorando las lágrimas se las lleva el mar.
Tus abrazos que tanto he querido,
ya no me pueden abrazar.
Mi niña bonita, pequeña mía,
tus sueños quiero yo soñar,
tú me has enseñado a querer,
ya no te puedo olvidar.
Te llevo en mi alma, así te puedo besar.
Esas noches de invierno, que tú me abrazabas,
yo no quería despertar.
Mi niña pequeña, mira la luna,
tu corazón y el mío, allí navegando están.
Esta noche triste,
mis ojos ya no tienen lágrimas para llorar,
solo pena en el pecho, que no me puedo quitar.
Quisiera beber agua de tus manos,
y de tus labios un beso robar.
Para Camino, mi esposa.