El silencio habla en el alba de tu alma,
joven como la primavera, Virgen como una santa.
Camila mi amada, ¡duerme tranquila!
Hoy con cariño te robo suspiros.
¡Silencio! ¡Tranquila!
Perdona que escriba estas palabras en el amanecer del día.
Pero en las noches tú te vuelves melancolía.
Camila mi amada, callada y sin ganas
calmada, deja que el silencio hable
sonríe que la vida sigue. Aunque ya no viva.
Camila mi amada, me lloras en mi lapida.