No sé como fue, ni cómo pude. No hace mucho me dijeron: "Señora, usted me asusta" y no soy más que una hierba salvaje creciendo en el desierto, a merced de la intemperie.
“Señora usted me asusta” con tanta fuerza en su exterior,tan débil en el amor. Señora usted es como la margarita amarillacrece silvestre entre la arboledaa la vera del caminoentre huertos y frutalesse eleva muy poco del suelo al amanecer enfrenta el frio de la pampa escondida en la maleza,echa raíces entre piedras y agreste tierrapero al medio dia una vez el sol alumbra,deslumbra a todos con la bellezade sus pequeñas flores amarillasperdidas entre las piedras,sabe señora muy cerca del corazónllevo un amuleto para la suerte y el amorhecho de la vaina de esta flor. Señora usted es fuerte como el caldén,armada de espinas atemorizaa quien se acerca,se impone con su presencia,pero una vez a su ladocobija con su sombra protectora,alimenta con sus frutos. Señora usted es amorusted vive para el amoren cada frase, en cada palabra,en cada susurro de su voz,usted necesita del amorcomo la abeja de la flor,imagina desconocer de la miel el sabor. Mi señora usted necesita del amorcomo necesita del aire para respirar,no se permita no amar,abra su corazón, entréguese, déjese llevar por las palabras que el viento lleva hasta usted,solo viva para amarviva por el amor,usted señora es amor.