Acaso si comprendiéramos el fondo de las personas,
un mullido tapiz de hierba suave
se desplegaría en torno nuestro.
Pero conocemos apenas la cáscara,
de su contenido despojada.
Se acumulan así, muertas en vida,
las cáscaras que apenas conocimos,
y construyen un cementerio lleno de vacío.